01
Feb
2016
Uno de los lugares más transitados de Casa do Gaiato es el pequeño corredor abierto por el que se accede al despacho de Quiteria Torres, alma mater del centro. Es sencillo y fresco, ornamentado, con la complicidad de las plantas naturales que no se acobardan a pesar de la sequía. Barullo de vida. Casa do Gaiato puede ser cualquier cosa salvo un lugar solitario. En el trajín se cruzan trabajadores habituales, visitas, proveedores, colaboradores de la Fundación Encontro, asistentes sociales, familiares de los internos y, por supuesto, niños. Este medio día cuatro personas llaman mi atención. Esperan pacientemente sentadas. Una mujer, dos…